domingo, 29 de junio de 2014

El Amor No Muere

Escuché alguna vez que todo amor que no se siembra fallece, como una planta que siembras. No es cierto, el amor es una energía y como tal no se destruye, solo se transforma.


Cuando nos vinculamos con alguien que amamos, este ocupa un espacio en nuestro corazón y una vez que sucede, no hay nada que lo saque de ti. Ese vínculo es eterno.

En el medio pueden ocurrir una infinidad de hechos que provoquen dolor o felicidad, lo que hará el lazo más fuerte o más débil, en este último caso puede reducirse en tamaño mas nunca desaparecer por completo. Tomando las palabras de mi amigo Carlos Roberto, el corazón es como un cajonero. Cada relación ocupa un espacio en algún sitio y la cantidad que ocupa es proporcional a lo fuerte que es el lazo que construimos con las personas.


Cuando decidimos terminar con alguien porque decidimos que el vínculo nos hace daño, hay maneras de gestionar el amor para que ya no nos afecte igual. Una de estas formas en dañar el lazo y por consecuente, a la otra persona. Con el fin de  alejarla y mantenerla al margen. La distancia te permite controlar y mantener al margen un sentimiento, sin embargo este nunca dejará de existir.

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