miércoles, 1 de mayo de 2013

Todos somos diferentes

Vivimos en una sociedad y parte de ello es vivir en armonía con los demás.

Para poder ser humano es necesario tener un semejante, lo que hace humana a la vida es la interacción con otros seres similares a nosotros. Y por eso hay que aprender a respetar las diferencias ajenas, ya sea a través de comportamientos diferentes o formas de pensar diferentes, sin juzgar o criticar, todos tenemos derecho a nuestra propias ideas y a equivocarnos si es el caso.

El mundo está lleno de villanos

Es cierto que el mundo está lleno de personas dispuestas a aprovecharse de la buena intención, pero es por eso que muchas se pierden, sus sueños desaparecen y pierden de vista sus metas. Cuando te tratan mal, o te traicionan, eso solo genera que te hagas más duro y desconfíes de la gente, hasta en cierto punto de volverte una persona fría, en dónde difícilmente puedas ver a los demás cómo semejantes. Recuerda que si tratas a las demás personas cómo objetos, pues te tratarán igual y al final pues podrás conseguir todos los bienes materiales del mundo, pero carecerás de un buena vida.

Ponte en el lugar del otro

Todos somos seres humanos, sentimos igual, por más que nuestras experiencias personales no sean las mismas, igual todos nos ha tocado enfrentar diferentes dificultades. Eso nos convierte en las personas que somos ahora. Ponte en el lugar del otro y tómalo en cuenta, respétalo cómo es y no lo juzgues. Se trata de dar simpatía y compasión por el otro, pero esto no implica que siempre des la razón de las cosas.
"Es bueno ayudar, pero es malsano sentir remordimientos por no estar en ese momento sufriendo a costa de ayudar a otra persona." Fernando Savater
Cada uno de nosotros, pues tiene sueños y metas, tiene que perseguirlas, ponerte en el lugar del otro, o en todo caso querer ayudarlo a entender tu forma de pensar, deja de ser válido cuando pues no te respeta, o abusa del trato que le ofreces. No puedes perjudicarte tú por otra persona.