miércoles, 24 de abril de 2013

Runic: T.G.I.F.

Thank God It's Friday


Muchas veces creemos saberlo todo, pero hay cosas que nadie puede predecir que sucedan, nadie se las espera o tal vez simplemente cosas que uno se niega a ver. Cosas que suceden en una fiesta, en un auto o hasta en el mismo lugar al que muchos llamamos ‘hogar’.

Daniel baja del auto de Gerardo, se abraza a sí mismo y camina con pasos vacilantes a la entrada de su casa, toca el timbre, la puerta se abre. Daniel se despide de Gerardo, Daniel entra. Mientras tanto, Christian y Marco caminan por unas calles.

Christian: Tranquilo Marco, Daniel ya debe estar en tu casa.
Marcos: Lo sé, eso me temo.
Christian: ¿Por qué lo dices?
Marcos: Tú no conoces cómo es nuestro padre.
Christian: ¿Qué hay con él?
Marcos: Es una persona… digamos que tiene un carácter muy fuerte.
Christian: ¿Carácter fuerte?
Marcos: En verdad eso es decir poco, nuestro padre puede ser… violento
Christian: ¿¡Qué!?
Marcos: Es por eso que ya no aguantaba vivir con mi familia, tenía que escapar de ese lugar, y pues tuve la suerte de que me dejaran quedarme a dormir en el estudio.
Christian: O sea crees que…
Marcos: Sé que es así. Daniel no la debe estar pasando muy bien. A nuestro padre no le gusta que salgamos de la casa.
Christian: ¿Y por qué lo llevaste a la reu?
Marcos: El me insistió, tenía muchas ganas de ir a un tono Runic, después de lo que le he contado.
Christian: Pero no recuerdo que lo hayas estado cuidando
Marcos: Él se sabe cuidar solo, es muy independiente, confieso que hasta más que yo.
Christian: Igual debiste ser más responsable y no dejarlo ir.
Marcos: Está lo bastante grande como para tomar sus propias decisiones, aunque igual no puedo evitar sentirme preocupado.
Christian: Lo que tu papá hace no está bien.
Marcos: Es mi familia (mira fijamente a Christian).
Christian: Pero…
Marcos: Déjalo ahí.

Christian se calla por un momento, llegan a la puerta de la casa de Marcos.
Christian: Deberías llamarlo para saber cómo está.
Marcos: No es un buen día para ello, no quiero cruzarme con mi padre. Lo iré a visitar durante la semana.

Es lunes por la noche, Jorge mira la hora en su computadora portátil. Espera y espera. Pasan las horas. Se echa en su cama, se va quedando dormido, cuando siente unos pasos afuera de su habitación.

Roberto: ¿Jorge? ¿Sigues despierto? (abre la puerta)
Jorge: ¿Qué hora es?
Roberto: Discúlpame mi amor, tu sabes cómo es marketing no tiene horarios.
Jorge: Ya olvídalo no importa ¿cómo te fue?
Roberto: Bien, todo tranquilo, voy a darme un ducha.
Jorge: ¿Tan tarde? Mejor ven y acuéstate conmigo.
Roberto: ¿Sudoroso y apestoso? Ni fregando, me ducho al toque.
Jorge: Bueno cómo quieras.

Jorge se arropa con las sábanas. Roberto se quita la ropa y se mete al baño. Jorge no puede evitar ver la ropa tirada en el suelo, con un gran esfuerzo, se levanta y la recoge, la dobla. Jorge se percata de un extraño aroma proveniente de la ropa. Huele con más detenimiento, luego junta la ropa y la deja a un costado y se vuelve a acostar. Roberto sale al poco rato, se pone un polo y un short y se echa con Jorge.
Jorge: ¿A dónde fuiste hoy?
Roberto: ¿uh? Vengo del trabajo ya te dije.
Jorge: ¿No fuiste a ninguna otra parte?
Roberto: No ¿Por qué preguntas?
Jorge: Por nada
Roberto: Cuéntame, no me vengas con que de nuevo no me quieres decir.
Jorge: ¿En verdad quieres saber qué pienso?
Roberto: Pero claro.
Jorge: Que eres el mejor enamorado del mundo
Roberto: ¿uh?
Jorge: Sino fueses así, no podría estar contigo.

Marco busca a Daniel, para poder disculparse por no haberlo podido cuidar apropiadamente, dado que fue por su invitación que Daniel fuese a la fiesta.
Marcos: ¿Daniel? (toca a la puerta y entra al cuarto de Daniel)

Daniel se encuentra echado boca abajo en su cama
Daniel: ¿Qué quieres Marcos?
Marcos: Pasé por la casa y quería ver cómo estabas.
Daniel: Sólo déjame en paz.
Marcos: (Se sienta en la cama, Daniel le da la espalda) Me preocupas ¿sabes?
Daniel: …
Marcos: Mira sé que fuiste a la fiesta conmigo porque tú quisiste.
Daniel: No es tu culpa.
Marcos: Igual me siento responsable por tu seguridad, soy tu hermano mayor.

Daniel se da la vuelta y lo mira a la cara, Marcos observa un hematoma en el rostro de Daniel.
Marcos: ¿Qué pasó?
Daniel: Tú sabes
Marcos: ¡Mierda! ¿Qué fue?
Daniel: Ya sabes, conoces a nuestro padre demasiado bien.
Marcos: Pero ésta vez se le pasó la raya.
Daniel: Es el precio de la libertad
Marcos: …
Daniel: Mira Marcos, yo sé que al ya no vivir en esta casa, varias cosas en tu vida han cambiado, y para ti puede parecerte súper hardcore éstas cosas, pero para mí esto no es nada. En un par de días ya no tendré nada y mi vida seguirá su rumbo.
Marcos: ¿Hermano has considerado mudarte conmigo?
Daniel: ¿Mudarme contigo? Tu caso es especial, pero que me dejen ir a mí también está bien difícil. Ellos saben de ti y eso hizo intolerable la vida en casa para nuestro padre.
Marcos: Sé sus motivos, pero igual podría hablar con él.
Daniel: ¿Hablar con él? Él no escucha razones.
Marcos: Hermano, no sé qué haré pero no dejaré que te quedes acá por mucho tiempo ¿me escuchas?
Daniel: Estoy al frente tuyo, te escucho. No es por nada pero ahorita dependes del trabajo de nuestros padres, si te fueras sería algo bien estúpido. Tienes una carrera brillante para que la cedas en este tipo de cosas.
Marcos: (lo mira a los ojos fijamente) Te sacaré de aquí.

De pronto, se escucha un ringtone. Daniel busca su celular, lo mira y deja de timbrar.
Daniel: Rayos
Marcos: ¿Quién era?
Daniel: Un chico que conocí en  el depa quemado.
Marcos: OMG Dan y ¿qué tal?
Daniel: Bien, es normal.
Marcos: ¿Normal? Pero ¿Qué pasó?
Daniel: Nada, no lo recuerdo bien. Cuando llegamos, ¿Recuerdas que tú te perdiste con tu “amigo” Christian?
Marcos: Jeje sí.
Daniel: Bueno… recuerdo haber tomado un par de tragos, pero la verdad no recuerdo mucho de lo que sucedió esa noche
Marcos: ¡Te emborrachaste!
Daniel: …
Marcos: Pero tú siempre te cuidas
Daniel: Sí, bueno es que… No sé creo que fue el momento.
Marcos: Pero… no habrá pasado algo.
Daniel: ¡No definitivamente no tuve algo con alguien!
Marcos: ¿Cómo estás tan seguro?
Daniel: Marcos yo no soy como tú.
Marcos: (se sorprende)
Daniel: Mira lo único que pasó es que me vio en mal estado y me acompañó hasta que amaneció.
Marcos: Ah ok, pero entonces… ¿saldrás con él?
Daniel: ¿¡Cómo se te ocurre!?
Marcos: Bueno… es solo una sugerencia, además no fui yo el que insistió en ir a la fiesta.
Daniel: (Se sorprende)
Marcos: Jajajajaja, no te preocupes no diré nada. Oye ¿te cuento qué tal me fue?
Daniel: ¿Con Christian?
Marcos: Claro
Daniel: No me digas que…
Marcos: No… aún no, peeeero ¡dormimos en la misma cama!
Daniel: Mierda
Marcos: Sí, jajaja para que veas
Daniel: No te puedo creer, pero espera ¿no pasó nada?
Marcos: No… bueno él estaba un poco mareado la noche anterior y se recostó conmigo.
Daniel: Pero y en la mañana ¿qué te dijo?
Marcos: Fue un poco extraño pero no me dijo nada.
Daniel: ¿Extraño?
Marcos: Sí, lo que pasa es que cuando se levantó, nos miramos un rataso.
Daniel: ¿Pero eso es bueno, no?
Marcos: Sí, pero de ahí se levantó de repente.
Daniel: Mm… y ¿no dijo nada más?
Marcos: No, me dijo para comer algo.
Daniel: Fácil es un poco tímido.
Marcos: Tal vez…
Daniel: ¿Pasa algo hermano?
Marcos: Mm nada, solo que durante la fiesta pasó algo entre Christian y un pata.
Daniel: ¿Un X?
Marcos: No, es un chico que lo ha estado ayudando con Runic, la red social a dónde te invite ¿recuerdas?
Daniel: Claro, es un exitaso.
Marcos: Bueno, este chico tiene pareja.
Daniel: Ay, entonces eso solo puede ser cosa de una noche.
Marcos: Eso es lo que le dije a Christian, espero que se dé cuenta.
Daniel: No te preocupes que ya se le pasara, ya verás.
Marcos: Eso espero.
Daniel: Y ¿Por qué no lo llamas y ves cómo está? A lo mejor tiene ganas de salir.
Marcos: ¿Tú crees?
Daniel: No pierdes nada intentando.
Marcos: Está bien.

Marcos saca su celular y llama a Christian.
Marcos: Hola Christian ¿cómo estás? Yo bien acá con Daniel, oye me preguntaba si tienes planes más tarde. Oye pero salgamos pues. ¡Ya! Entonces nos vemos en el Kennedy a las 5 para tomarnos algo. Ya listo. Hablamos, chau.
Daniel: Te veo feliz.
Marcos: Obvio, bueno me voy retirando hermanito, tengo que alistarme para más tarde y las personas como tu deben de dejar de pensar tanto las cosas.
Daniel: ¡Qué liberal! (risas) pásala bonito.
Marcos: (Va al ropero, rebusca y saca un pote) Usa esto, aún queda un poco pero suficiente para que el fin de semana ya no tengas eso en la cara.
Daniel: (hace una pausa) Gracias x todo hermano (lo abraza).
Marcos: (sonríe y responde al abrazo).

Roberto entra al cuarto de Jorge y desploma en la cama. Jorge finge una sonrisa.
Roberto: Hola amor
Jorge: ¿Cansado?
Roberto: Sí, otro día largo ya sabes ¿Qué hiciste?
Jorge: Todo tranki
Roberto: Ah... y ¿alguna novedad?
Jorge: Ninguna la verdad.
Roberto: ¿Seguro que todo está bien? Te siento un poco frío.
Jorge: No te preocupes, estoy bien.
Roberto: Oye no hemos estado cuatro años por las puras.
Jorge: Déjalo ahí ¿ok?

Roberto se levanta y lo abraza.
Roberto: Cuéntame.
Jorge: ¿En verdad quieres saber?
Roberto: Claro
Jorge: Explícame por qué tu ropa huele a sauna.
Roberto: (no sabe qué decir) …
Jorge: No tienes que darme explicaciones, lo sé.
Roberto: Jorge … yo…

Jorge se echa a un costado.
Jorge: ¿Qué pasó esta vez?
Roberto: Me la chuparon.
Jorge: ¿Algo más?
Roberto: No nada, un pata que no conocía, no significó nada.
Jorge: ¿Ves? No fue tan difícil decírmelo.
Roberto: Bueno sí.
Jorge: Entonces ¿Por qué lo ocultas?
Roberto: Porque no quiero que te fastidies.
Jorge: ¿Por qué habría de fastidiarme? No estamos, así que no te preocupes.

Roberto se siente aliviado. Jorge parece no importarle, se levanta de la cama y se va al baño. Se moja la cara y se mira al espejo por un breve momento.

Hay momentos en la vida en los que nos detenemos a pensar las cosas, recordamos por lo que hemos pasado, los buenos ratos, los malos momento, el tiempo, al final solo los recuerdos nos quedan. Nosotros forjamos nuestro futuro con cada acción del presente. A veces es bueno preguntarse ¿Esto es lo que yo quiero?



Es tarde en la noche, Daniel está pensativo en su cuarto. De pronto, busca su celular y realiza una llamada.

Daniel: ¿Gerardo? Hola soy Daniel ¿Qué haces? Quisieras salir a conversar un rato, sé que es un poco tarde, pero necesito salir de mi casa un rato. Sí todo bien, no hay problema ¿Mis padres? Me darán permiso. Hay que vernos en el Parque Kennedy en una hora. Listo, ok chau.

Daniel agarra una casaca y sale de su cuarto silenciosamente, pasa cerca del cuarto de sus padres quiénes están viendo televisión en su cuarto. Baja las escaleras, se dirige a la cocina y toma las llaves que están colgando ahí. Luego sale de su casa. Por otro lado, Christian se encuentra con Marco, están sentados en el café de un grifo.

Marcos: Oficialmente ya es viernes. Cuando me dijiste para vernos más tarde, no pensé que sería tan tarde.
Christian: Lo siento, es que ya había quedado para salir con unas amigas de la universidad que no veía tiempo.
Marcos: Ah bueno, pero lo hubiésemos podido dejar para otro día.
Christian: Es que no podía esperar, tengo que confesar que no he podido dejar de pensar en Jorge.
Marcos: ¿Jorge? (su expresión cambia) Ya habíamos hablado de él.
Christian: Lo sé, pero no entiendes. He soñado con él todos los días de esta semana.
Marcos: Pero son solo sueños
Christian: No entiendes, me gusta, no puedo dejar de pensar en él. Ahora que estuve con mis amigas, no podía ni concentrarme porque era cómo que cualquier cosa que veía o escuchaba me hacía pensar en él.
Marcos: Mm… cuidado con eso, te estás ilusionando.
Christian: Es que estoy sintiendo.
Marcos: Sintiendo cosas por la persona equivocada.
Christian: No sé ¿crees que las cosas pasan por algo?
Marcos: Sí
Christian: Entonces su aparición en mi vida, no es cosa del azar.
Marcos: Mira Christian, no sé cómo explicarte que Jorge está con Roberto y no solo van estando cuatro años, sino que también han pasado mil cosas juntos.
Christian: Yo entiendo, o sea en una relación hay muchos recuerdos y cosas que unen a dos personas, pero no lo entiendo. A mí me generó un respeto increíble cuando supe que Jorge tenía una relación de cuatro años. Pero ahora después de lo que pasó, me hace increíble pensar que lo que tiene ahora es lo que se merece.
Marcos: Pero ¿Quién eres tú para decir qué es lo que se merece?
Christian: Es que si su relación estuviese yendo bien, no habría pasado lo que sucedió entre nosotros.
Marcos: Si supieras…
Christian: ¿Qué sabes?
Marcos: (hace un esfuerzo por aparentar) Nada, nada relevante.
Christian: Mira Marcos, no sé lo que pase, pero sé que al final todo pasa por algo y yo quiero saber qué es.

De regreso con Daniel, Gerardo se encuentra con él en el punto pactado. Se dan la mano y comienzan a caminar.

Gerardo: ¿Cómo va todo por tu casa?
Daniel: (risas) Te preocupas mucho.
Gerardo: Es solo normal, es un poco tarde y si yo fuese tu papá…
Daniel: La verdad es que me escapé ¿contento?
Gerardo: (se sorprende)
Daniel: Mira, no conoces a mis padres, son demasiado controladores y pues…
Gerardo: (se detiene) Daniel no discuto los motivos para decidir que te escapes. Simplemente odio cuando alguien me miente. Es lo peor que puede hacerle alguien a otra persona, la verdad no es complicada, por qué ocultarla. No vuelvas a mentirme.
Daniel: (hace una pausa) Está bien, lo siento, no pensé.
Gerardo: Ok
Daniel: En serio, Gerardo no quiero que pienses que soy un mentiroso. Si te dije que todo estaba bien era porque en verdad necesitaba conversar contigo. Ha sido una semana muy difícil para mí.
Gerardo: Solo no me mientas ¿vale?
Daniel: Lo prometo.
Gerardo: Entonces ¿qué ha pasado?
Daniel: Mm por favor no reacciones mal, necesito que me escuches.
Gerardo: Lo prometo.
Daniel: Mira…

Daniel le muestra a Gerardo algunas de las marcas que quedan por los golpes atinados por su padre.

Daniel: He estado usando una crema buenísima pero aún se nota si te fijas bien.
Gerardo: ¿¡Mierda, qué fue!?... (Recuperando la compostura) ¿Quién te hizo eso?
Daniel: … Mi papá.
Gerardo: (sorprendido) Que fuerte.
Daniel: Mi papá siempre se ha caracterizado por tener un carácter violento.
Gerardo: Y ¿Qué piensas hacer?
Daniel: Nada, sólo cuidar más lo que hago.
Gerardo: Es mi culpa, debí haberte llevado más temprano a casa.
Daniel: No es tu culpa Gerardo, si no me hubieses llevado a mi casa temprano, probablemente habría sido peor.
Gerardo: Sabes que tu padre no puede hacer esas cosas ¿no? Debería estar en la cárcel.
Daniel: No lo juzgues, es mi papá.
Gerardo: ¿Hay algo que pueda hacer?
Daniel: Escuchándome es suficiente Gerardo, ya has hecho bastante, necesitaba contárselo a alguien, no hay mucho que pueda hacer por ahora. Y mientras no me descubra haciendo algo indebido no debería porqué meterse conmigo.
Gerardo: Oye Daniel, sé que aún no me conoces mucho, pero cuenta conmigo para cualquier cosa.
Daniel: Gracias Gerardo, lo haré. Bueno y ya que no te conozco mucho cuéntame ¿estás con alguien?
Gerardo: (se sorprende) Eeeh.. Bueno acabo de salir de una relación de dos años.
Daniel: ¿Qué pasó?
Gerardo: Decidimos que no iba más, al parecer él quería tomar otro camino al mío.
Daniel: ¿Otro camino?
Gerardo: Pues, sí, cómo que tiene un proyecto y quiere cambiar el mundo (risas), es un poco ambicioso.
Daniel: ¿Aún te gusta?
Gerardo: (se sorprende, piensa un poco su respuesta) Sí, él es el amor de mi vida, él es la persona que yo quiero, con la que quiero pasar mi vida. Y puede que él crea que yo no encajo, que estoy yendo por otro camino, pero quiero apoyarlo, decirle que lo que cree no es cómo él cree.
Daniel: Oye Gerardo.
Gerardo: ¿Sí?
Daniel: Te admiro
Gerardo: (se sonroja)
Daniel: Seamos amigos.
Gerardo: (risas) Está bien, a-mi-go.
Daniel: Entiendo y ¿cómo se llama?
Gerardo: Christian, es el creador de Runic.
Daniel: (sorprendido) ¡Oh-My-God!

Los días van pasando, los eventos van desencadenandose ¿Qué pasará finalmente el viernes en la reunión Runic? Se volverán a ver dos estrellas ¿Brillarán juntas o se extinguirán la una a la otra?

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